lunes, 20 de febrero de 2017

RESUMEN DEL ARTICULO "El ejercicio de la cirugía en el imperio mexica"

El ejercicio de la cirugía en el imperio mexica.

Las medicinas prehispánicas de México son consideradas como grandes testimonios del esplendor de las culturas mesoamericanas; su gran adelanto científico y técnico les permitió acumular una vasta colección de datos clínicos y patológicos basados en la observación y experimentación.
 En su concepto salud-enfermedad los límites entre la magia, religión y el empirismo por causas naturales no estaban claros, por lo tanto consideraban que el origen divino, humano o natural de las enfermedades influía de manera importante en su naturaleza. Dentro de este complejo sistema causal, las enfermedades ocasionadas por los dioses, espíritus y seres celestes.
 los médicos mexicas acumularon una vasta colección de datos clí- nicos y patológicos basados en la observación y experimentación, donde la indagación de conceptos generales con base en hechos observados es considerada actualmente como una actitud verdaderamente científica. Integraron una nomenclatura médico quirúrgica que reflejaba sus grandes adelantos.
La medicina se conocía genéricamente como ticiotl, de donde deriva el término tícitl para el médico. La cirugía se designaba como texoxotlaliztli y sus curaciones tepatiliztli. El cirujano se denominaba texoxotlaticitl..
La práctica de la medicina tenía una organización bien establecida logrando un sistema de especialidades muy avanzado que les permitió acumular una vasta experiencia para el manejo de enfermedades crónicas y agudas en distintas fases de progresión.
Denominaban a las heridas tlacocolli y desarrollaron un completo sistema de clasificación relacionado por un lado con los instrumentos causales, generalmente las armas de guerra como flechas, lanzas, macanas, hondas para lanzar piedras, dardos lanzados con tiradera, picas largas y espadas de madera con filos de obsidiana.
La técnica de sutura utilizada fueron los puntos separados empleando cabellos limpios aplicando posteriormente sobre las heridas en general bálsamos, maripenda y leche del itzontecpatli, del tabaco y otras hierbas. Para las heridas en regiones especiales como la nariz, la suturaban con cabellos y aplicaban sobre los puntos miel blanca mezclada con sal.
a mezcla de cal con hierba del pícietl para permitir su maduración y a continuación hacían una incisión en cruz para drenar la pus, posteriormente lavaban con orina, aplicando después ocótzol.
Para su tratamiento utilizaban dos maniobras fundamentales: la extensión y la coaptación. Una vez lograda la alineación se procedía a la aplicación de emplastos consistentes y pegajosos con raíz de acotle y tuna sobre la lesión, los cuales al secarse se endurecían, luego usaban plumas y un lienzo para cubrir y acojinar la parte afectada, finalmente, alrededor y siguiendo en eje longitudinal del hueso aplicaban cuatro tablillas llamadas vapaltontli que sujetaban a la piel con cuatro cintillas, Este tratamiento se mantenía durante veinte días permitiendo durante este periodo la consolidación de la fractura.
Se denominaba texipincuayotlquiliztli y la realizaban a los recién nacidos en ceremonias rituales durante la fiesta de Huitzilopochtli.

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